Un blog dedicado a la lectura, y hecho para pasar un buen rato, divertirse, informarse... Hay muchos usos para un sitio como este. Espero que su visita sea agradable.
"La hierba tiene cosas que decirte. Solo tienes que
aprender a escuchar. Necesitas aprender a hablar herbuno".
El relato corto "En la Hierba Alta", es un trabajo
conjunto de Stephen King y Joe Hill (Su hijo). Cal y Becky, dos hermanos, se
encuentran viajando por la carretera 400. En un momento dado, escuchan a un
niño pedir ayuda. Cuando bajan a inspeccionar, descubren que el sonido provenía
de un campo con hierba alta. Se adentran allí para socorrerlo, solo para
descubrir mas tarde que les seria imposible salir...
Se trata de un relato corto pero certero, con algunos
páramos aterradores y una situación que invita al lector a llegar hasta el
final del cuento. Una lectura de suspenso/terror que deja mas que satisfecho y
que muestra cierta originalidad en un genero donde, hay que decirlo, en estos
últimos tiempos no cae una idea. Nuevamente, hay que aplaudir la genialidad de
King para relatar ya sea a largo plazo o en un recorrido corto como este con
tanta maestría, y lo mismo para Joe Hill; Autor del que no he leído nada, pero
este trabajo conjunto deja a uno con ganas de conocer algo de su autoría.
Relato sumamente recomendable.
¡Hola, después de tanto! Decidí volver al ruedo con este "Brave New World", y por tanto, la publicación de hoy, es un texto que escribí hace ya bastante tiempo y estaba acumulando polvo entre los archivos de mi PC. La frase que lo antecede, pertenece a la versión de "Dust in the wind" de Kansas, ejecutada por los españoles Mägo de Oz. A continuación les dejo también, la canción. Quizá les agrade.
"Hay veces que mi alma baila tangos con la soledad..." Txus Di Fellatio.
Aunque no vayas a leerme
Ocurre que te
escribo cuando estoy cansado de no hacerlo. Te escribo aunque no vayas a
leerme. Te escribo porque vos no lo hacés y porque, quiera o no, aveces
necesito hacerlo. Cada vez que empiezo a escribir líneas como estas, empiezo a
vacilar y a trabarme. Cada vez que comienzo a vomitar la podredumbre que tengo
en el alma y la cabeza, busco el motor, el motivo de ese escrito mismo; y es
absurdo, pues la verdad, no existe motivo o razón. Solo hay recuerdos,
frustraciones, rencores y un enorme querer que quedó sin sentido hace tiempo.
Es mucho más fácil para mí, escribir ficción.
Infinitamente más fácil. Ahí no tengo que escarbar entre mi propia mierda y desenterrar
aquello que enterré mas en lo profundo. Ahí no me siento vulnerable ante mis
propios demonios –De esos que acechan a diario, esos que te señalan los
fracasos y te ocultan cada victoria y cada ventana hacia la luz-. Yo quisiera
recibir un mensaje, un llamado, una señal. Pero pese a lo que digan los
optimistas, querer no es poder. Uno no puede todo lo que quiere, no todo lo que
uno quiere, sucede. Yo te quise, pero no te pude. De una manera casi
irónica, podemos decir que vos me
pudiste, pero nunca me quisiste. ¿Duro, eh?
No señorita.
No se enoje. Esto no es un reproche. Usted nunca va a leer nada de esto. ¿Por
qué? Por dos sencillas razones. La primera. Sé que tu vida siempre va a ser
mejor sin mí. Ahora mismo, sin ir más lejos, disfrutás de una relación con
alguien que considerás mejor. La segunda: Sé –De cierto y no de supuesto- que
lisa y llanamente no te interesa nada de lo que yo pueda decir al respecto.
Nuevamente, es duro. Duro pero cierto. “Sad
but true” dijeron unos muchachos estadounidenses en los 90’s.
Sigo cavilando y escarbando. Tic tac, tic tac.
El reloj sigue avanzando. 3:23 marca el muy hijo de puta. Creo que quizá
encontré el motivo, o uno de los motivos que hacen que revuelva entre toda la
gangrena que tengo en el alma. Puede que sea porque estoy solo. La soledad hace
eso. Nos señala nuestros fracasos y nos muestra siempre, lo feliz que es el
resto del mundo. La soledad es el demonio más descarado de todos; nos torna
distantes, nos hace vulnerables, nos vacía y se encarga de mutilarnos y
desmembrarnos. Nos roba valores, sonrisas, cordura, y al final se lleva hasta
la esperanza misma. Pero eso es al final, la esperanza siempre es lo último en
perderse; aunque sencillamente yo quisiera que fuese lo primero. Esperanza es
solo desesperación colorida. Esperanza y desesperación, son dos caras de una
misma moneda. Por eso vuelco acá todos estos pesares. De otro modo, las sombras
pueden seguir carcomiendo la poca cordura que me queda. Porque no quiero
encontrarme solo y sin cordura, porque a las pesadillas es mejor enfrentarlas
con lucidez.
Es tarde y me resulta difícil mantener el hilo
de lo que escribo. Cuando uno escribe lo que tiene en el fondo, descubre que no
es tan buen escritor como uno pensaba. Sigo maldiciéndote por no haberme dejado
estar en tu vida, te maldigo a diario, en secreto, si. Pero lo hago. No
obstante, más me maldigo a mí mismo, por no ser capaz de lograr que quieras
incluirme en tu vida. Es mi culpa que esté escribiendo esto ahora, y sin embargo
toda la culpa es tuya. Tenés la culpa de ser vos; de llamarte con tu nombre, de
mirar con tus ojos, y sonreír con esa sonrisa, que es única para mí. Ahora
quiero terminar, porque creo haberme desahogado bastante. Además, molestar
cadáveres como estos es muy peligroso. Porque es ley, todo lo que se entierra,
tarde o temprano vuelve como zombie. Así es que buenas noches, vuelvo a
escribirte cuando lo necesite. Aunque obviamente, no vayas a leerme.