lunes, 17 de marzo de 2014

En la hierba alta - Stephen King y Joe Hill [Reseña]


"La hierba tiene cosas que decirte. Solo tienes que aprender a escuchar. Necesitas aprender a hablar herbuno".

El relato corto "En la Hierba Alta", es un trabajo conjunto de Stephen King y Joe Hill (Su hijo). Cal y Becky, dos hermanos, se encuentran viajando por la carretera 400. En un momento dado, escuchan a un niño pedir ayuda. Cuando bajan a inspeccionar, descubren que el sonido provenía de un campo con hierba alta. Se adentran allí para socorrerlo, solo para descubrir mas tarde que les seria imposible salir...


Se trata de un relato corto pero certero, con algunos páramos aterradores y una situación que invita al lector a llegar hasta el final del cuento. Una lectura de suspenso/terror que deja mas que satisfecho y que muestra cierta originalidad en un genero donde, hay que decirlo, en estos últimos tiempos no cae una idea. Nuevamente, hay que aplaudir la genialidad de King para relatar ya sea a largo plazo o en un recorrido corto como este con tanta maestría, y lo mismo para Joe Hill; Autor del que no he leído nada, pero este trabajo conjunto deja a uno con ganas de conocer algo de su autoría. Relato sumamente recomendable.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Aunque no vayas a leerme


 ¡Hola, después de tanto! Decidí volver al ruedo con este "Brave New World", y por tanto, la publicación de hoy, es un texto que escribí hace ya bastante tiempo y estaba acumulando polvo entre los archivos de mi PC. La frase que lo antecede, pertenece a la versión de "Dust in the wind" de Kansas, ejecutada por los españoles Mägo de Oz. A continuación les dejo también, la canción. Quizá les agrade.  



"Hay veces que mi alma baila tangos con la soledad..." Txus Di Fellatio.


Aunque no vayas a leerme

Ocurre que te escribo cuando estoy cansado de no hacerlo. Te escribo aunque no vayas a leerme. Te escribo porque vos no lo hacés y porque, quiera o no, aveces necesito hacerlo. Cada vez que empiezo a escribir líneas como estas, empiezo a vacilar y a trabarme. Cada vez que comienzo a vomitar la podredumbre que tengo en el alma y la cabeza, busco el motor, el motivo de ese escrito mismo; y es absurdo, pues la verdad, no existe motivo o razón. Solo hay recuerdos, frustraciones, rencores y un enorme querer que quedó sin sentido hace tiempo.

Es mucho más fácil para mí, escribir ficción. Infinitamente más fácil. Ahí no tengo que escarbar entre mi propia mierda y desenterrar aquello que enterré mas en lo profundo. Ahí no me siento vulnerable ante mis propios demonios –De esos que acechan a diario, esos que te señalan los fracasos y te ocultan cada victoria y cada ventana hacia la luz-. Yo quisiera recibir un mensaje, un llamado, una señal. Pero pese a lo que digan los optimistas, querer no es poder. Uno no puede todo lo que quiere, no todo lo que uno quiere, sucede. Yo te quise, pero no te pude. De una manera casi irónica,  podemos decir que vos me pudiste, pero nunca me quisiste. ¿Duro, eh?

  No señorita. No se enoje. Esto no es un reproche. Usted nunca va a leer nada de esto. ¿Por qué? Por dos sencillas razones. La primera. Sé que tu vida siempre va a ser mejor sin mí. Ahora mismo, sin ir más lejos, disfrutás de una relación con alguien que considerás mejor. La segunda: Sé –De cierto y no de supuesto- que lisa y llanamente no te interesa nada de lo que yo pueda decir al respecto. Nuevamente, es duro. Duro pero cierto. “Sad but true” dijeron unos muchachos estadounidenses en los 90’s.

 Sigo cavilando y escarbando. Tic tac, tic tac. El reloj sigue avanzando. 3:23 marca el muy hijo de puta. Creo que quizá encontré el motivo, o uno de los motivos que hacen que revuelva entre toda la gangrena que tengo en el alma. Puede que sea porque estoy solo. La soledad hace eso. Nos señala nuestros fracasos y nos muestra siempre, lo feliz que es el resto del mundo. La soledad es el demonio más descarado de todos; nos torna distantes, nos hace vulnerables, nos vacía y se encarga de mutilarnos y desmembrarnos. Nos roba valores, sonrisas, cordura, y al final se lleva hasta la esperanza misma. Pero eso es al final, la esperanza siempre es lo último en perderse; aunque sencillamente yo quisiera que fuese lo primero. Esperanza es solo desesperación colorida. Esperanza y desesperación, son dos caras de una misma moneda. Por eso vuelco acá todos estos pesares. De otro modo, las sombras pueden seguir carcomiendo la poca cordura que me queda. Porque no quiero encontrarme solo y sin cordura, porque a las pesadillas es mejor enfrentarlas con lucidez.


 Es tarde y me resulta difícil mantener el hilo de lo que escribo. Cuando uno escribe lo que tiene en el fondo, descubre que no es tan buen escritor como uno pensaba. Sigo maldiciéndote por no haberme dejado estar en tu vida, te maldigo a diario, en secreto, si. Pero lo hago. No obstante, más me maldigo a mí mismo, por no ser capaz de lograr que quieras incluirme en tu vida. Es mi culpa que esté escribiendo esto ahora, y sin embargo toda la culpa es tuya. Tenés la culpa de ser vos; de llamarte con tu nombre, de mirar con tus ojos, y sonreír con esa sonrisa, que es única para mí. Ahora quiero terminar, porque creo haberme desahogado bastante. Además, molestar cadáveres como estos es muy peligroso. Porque es ley, todo lo que se entierra, tarde o temprano vuelve como zombie. Así es que buenas noches, vuelvo a escribirte cuando lo necesite. Aunque obviamente, no vayas a leerme.